Como de un Error nació el diseño del Bralette Voilà

El nacimiento accidental de una prenda emblemática

Hay días en el atelier que empiezan con un plan perfectamente trazado y terminan con algo que no estaba en los planes: una creación que decide tener vida propia.
El Voilà bralette nació así, de un giro inesperado. De una prenda que se negó a seguir el guion.

Todo comenzó con un diseño sencillo: dos capas separadas, encaje por fuera y tul negro transparente por dentro. Una combinación de delicadeza y estructura.
Como suelo hacer con mis prototipos, lo confeccioné en mi talla para probarlo personalmente—una costumbre que a veces me juega en contra cuando mi cuerpo cambia sin avisar.

Al terminarlo y probarlo, llegó la sorpresa: el encaje no tenía elasticidad. Ni un milímetro. El bralette me quedaba pequeño.
Pero jamás desperdiciaría un encaje así. Así que decidí improvisar.

Cuando el azar encuentra las manos adecuadas

Con las tijeras—esas aliadas de cada momento crítico—abrí el frente y añadí un cierre metálico. No solo resolvía el problema de ajuste, también aportaba un detalle visual inesperado.
Entonces apareció un nuevo desafío: el interior ya no encajaba con la nueva estructura. La silueta había cambiado por completo.

Y ahí tomé la decisión que lo transformó todo.

De error a prenda estrella

Aun quedaba algo ajustado, pero ese “defecto” creó un efecto sutilmente push-up que realzaba de forma natural.
Lo que parecía un error se convirtió en su rasgo más distintivo.

El bautismo perfecto: Voilà

Tenía el bralette en el maniquí cuando una amiga vino a visitarme. Le conté toda la historia, y al mostrarle cómo se abría el cierre con un gesto teatral, exclamé: “¡Voilà!”
El nombre quedó sellado en ese instante.

Porque eso es exactamente lo que provoca: un efecto sorpresa, un segundo momento de revelación, ese juego entre lo visible y lo oculto que añade una dosis inesperada de sensualidad.
Como amante de la lencería francesa, me pareció el nombre perfecto. Voilà. Lo dice todo.

De prototipo a fenómeno

Al día siguiente tenía un market y llevé el único prototipo. Se vendió apenas instalé el stand.
Antes de entregarlo grabé un pequeño reel para Instagram, sin imaginar lo que vendría: el vídeo se volvió viral (al menos para mis estándares). Los pedidos comenzaron a llegar uno tras otro.

Pero lo más inesperado fue recibir mensajes de varias mujeres que acababan de ser madres.
Habían visto el diseño y lo reconocieron como el bralette de lactancia perfecto: con acceso frontal, buena sujeción y, sobre todo, con ese aire lencero que les permitía seguir sintiéndose bonitas.
Una pieza que unía funcionalidad y sensualidad en un momento de tantos cambios.

Las historias que tejen nuestras prendas

Pocos días después, en otro market durante el festival Jazztronic, apenas tuve tiempo de coser una segunda muestra.
Un chico se acercó buscando un regalo sorpresa para su pareja, que estaba por allí. Fue una venta rápida y secreta, tanto que olvidé mencionarle el “efecto sorpresa” del diseño.

A veces me río al imaginar la escena: no solo el regalo inesperado, sino el segundo momento de descubrimiento al usarlo por primera vez.
Parejita, si estáis leyendo esto… contadme cómo fue.

La evolución del Voilà: adaptabilidad y diseño inteligente

Con el tiempo, el diseño del Voilà siguió transformándose.
Eliminé la espalda tradicional con cierre y la reemplacé por dos tirantes completamente regulables, dejando la espalda descubierta.
No fue solo una decisión estética: buscaba que la pieza se adaptara a la diversidad de cuerpos.
El cierre frontal permitió un diseño más limpio, versátil y cómodo.

Dos versiones, dos personalidades

Voilà de Encaje cuando está cerrado, deja entrever sutilmente el tirante del arnés en el escote, insinuando lo que se oculta detrás. Combina con la braguita Kimera ambas con tirantes regulables, disponibles en encaje negro.