La lencería debería hacernos sentir cómodas y seguras en nuestra piel, pero muchas veces eso no sucede porque la ropa que compramos está pensada para un «cuerpo estándar» que, en realidad, no existe. En Sartori Atelier, atelier de lencería en el centro de Barcelona, la personalización es la clave para hacer prendas que realmente se adapten a tu cuerpo y no a las medidas rígidas y homogéneas de la industria. Este enfoque no solo te permite tener una pieza única, sino también asegura un ajuste que abraza las diferencias naturales y bellas de cada cuerpo.
La Falacia del «Cuerpo Estándar» en la Industria de la Moda
La mayoría de las prendas de lencería en el mercado están diseñadas en base a tallas estándar, sin tomar en cuenta que cada persona tiene una combinación única de proporciones. Es común encontrar espaldas pequeñas con bustos grandes, espaldas anchas con bustos pequeños, y una infinidad de variaciones más. No obstante, muchas marcas producen bajo tablas de tallas únicas que no reflejan la realidad corporal de todas las personas. Además, cada marca puede tener sus propias tablas de medidas, que a menudo están influenciadas por cuerpos típicos de otras regiones, como los cuerpos nórdicos o ingleses, los cuales tienen estructuras óseas y proporciones que pueden diferir bastante de cuerpos mediterráneos o latinos, por ejemplo.
La Diferencia Entre la Talla Correcta y las Preferencias Personales
Al diseñar lencería a medida, distinguimos entre la talla correcta según las medidas corporales y las preferencias o necesidades de cada clienta. La talla adecuada se basa en proporcionar la sujeción y ajuste que el cuerpo necesita, pero también entendemos que cada persona tiene una preferencia personal sobre cómo quiere que se sienta su lencería en el cuerpo.
Por ejemplo, en un sujetador o bralette, alrededor del 80% de la sujeción debe ( o debería) venir de la banda del sujetador y solo el 20% de los tirantes. En mi atelier de lencería en Barcelona, veo con frecuencia a mujeres con copas grandes que soportan el peso de su pecho con los tirantes, cargando innecesariamente los hombros y ocasionando molestias y problemas de espalda. Para lograr una sujeción óptima, la banda debería ser lo suficientemente ajustada como para que solo puedan caber dos dedos entre la espalda y la banda del sujetador. Esta teoría asegura una sujeción cómoda y saludable, especialmente para mujeres de copas grandes. Sin embargo, también pregunto a mis clientas sobre su nivel de comodidad, ya que algunas prefieren una banda menos apretada. Mi prioridad es que cada clienta se sienta bien, y aunque puedo aconsejarla, siempre respeto su elección.
El Problema de Usar Ropa que No se Ajusta Bien
La industria ha normalizado el uso de prendas que no encajan perfectamente. Nos acostumbramos a pequeños tirones, ajustes incómodos y marcas en la piel en un esfuerzo por encajar en tallas que no están pensadas para nosotras. Usar una talla incorrecta, ya sea más grande o más pequeña, no solo afecta la comodidad, sino también la forma en que percibimos nuestro propio cuerpo.
La Importancia de Tomar las Medidas Correctas
Para crear lencería que realmente se ajuste a ti, tomar tus medidas de manera precisa es esencial. En Sartori Atelier, seguimos un proceso cuidadoso para asegurar que el conjunto se acomode a tu silueta y que el ajuste sea perfecto en cada punto:
- Contorno de Busto:
Medir el contorno del busto correctamente es crucial. Inspiramos, expiramos y tomamos la medida en un punto medio de aire, evitando apretar la cinta métrica para no comprimir el busto. La cinta debe mantenerse horizontal, sin subir ni bajar. Esto asegura que la medida refleje el volumen natural de tu busto sin distorsiones. Y muy importante, los brazos deben estar hacia abajo. - Bajo Busto:
Esta es la medida justo debajo del pecho y, en este caso, apretamos un poco la cinta para definir bien el contorno. También medimos con los brazo hacia abajo. Esta medida es fundamental para elegir el tamaño adecuado de la banda del sujetador, que debe ajustarse bien sin presionar. - Contorno de Cintura y Caderas:
La medida de caderas suele tomarse en la parte más prominente, que es la que permite que las braguitas se adapten cómodamente a tu forma sin dejar marcas ni apretar.
¿Por Qué las Tallas S, M, L Pueden No Funcionarte?
Las tallas estándar como S, M y L suelen estar basadas solo en el contorno de busto, con una copa promedio (usualmente una B), que no siempre es compatible con diferentes tipos de cuerpo. Si tienes, por ejemplo, un contorno de busto de 90 cm pero una espalda más ancha, puedes ser una copa A. En este caso, es necesario reducir el tamaño de la copa y agrandar la banda para que la costura lateral quede efectivamente en el lateral del cuerpo y que el volumen de la copa se acomode en el lugar correcto.
¿Te Gustan las Bragas Mini? ¡Cuidado con la Talla que Eliges!
He notado que muchas clientas, al buscar modelos de bragas pequeñas, suelen usar una talla más chica, pensando que así lograrán el efecto deseado. Pero al usar una talla menos de la recomendada, además del problema de que quedan cortas de tiro y aprietan en la zona de la vulva, marcan las pies en los lados y resulte incómoda.
La solución no es solo comprar una talla más grande, porque luego tendrás un exceso de cobertura que no quieres. En su lugar, busca una marca de lencería que ofrezca modelos más pequeños, considera hacerte lencería a medida o incluso aprende a crear tu propia lencería. Así podrás lucir ese estilo que te encanta sin sacrificar tu comodidad.
Conclusión
Optar por lencería a medida es un acto de reivindicación personal, un recordatorio de que cada cuerpo es único y no debe ajustarse a los estándares rígidos de la industria. En Sartori Atelier, nuestro atelier de lencería en Barcelona, creemos que cada mujer merece prendas que se adapten a ella, que honren su figura y su elección de cómo sentirse en su propia piel. No se trata solo de moda; es una afirmación de nuestra autonomía sobre nuestros cuerpos y la libertad de llevar algo que nos haga sentir cómodas y poderosas. La lencería personalizada celebra la diversidad de cada mujer y la empodera, recordándonos que no necesitamos encajar en un molde para sentirnos bien con nosotras mismas.